¿Con que frecuencia debo bañar a mi gato?


Los gatitos aprenden a lamerse cuando tienen entre dos y cuatro semanas de vida, su madre la que lo enseña y asea en sus primeros días, mientras que los adultos pasan hasta el 50% de su tiempo despiertos acicalándose, de allí el riesgo que tienen un alto porcentaje (60%) de los gatos adultos en producir una obstrucción gastro-intestinal por las bolas de pelo (TRICOBEZOAR)

Pero, ¿Qué son las bolas de pelo?, las bolas de pelo en gatos son estructuras formadas por la ingesta espontánea de pelo por parte de tu gato al momento de acicalar su pelaje, y son expulsadas a través de tos, vómito y o atreves de las heces. Aunque no puedes controlar estos episodios, si los puedes prevenir, debes estar atento a cualquier signo de alarma, pues la formación y expulsión de bolas de pelo no es algo que se deba presentar a diario.

Por otro lado aunque los gatos se les cepille y se elimine el pelo muerto, masajeen las raíces de su pelaje el problema es que la suciedad y las células muertas de la piel no van a ningún lado, lo que provoca que su gato no esté totalmente limpio. Se debe usar agua a una temperatura agradable, tibia, un champú especialmente diseñado para gatos.


Bolas de pelo en gatos


Los gatos con mayor predisposición a las bolas de pelo, requieren mayor supervisión, pues estos episodios pueden llevarlos a complicaciones. Así que, es importante que estés informado acerca de los síntomas para reconocer si tu gato está enfermo.    Ten en cuenta signos de alarma, como:

1. Vómito

2. Anorexia

3. Decaimiento

4. Estreñimiento y/o obstrucciones digestivas, que claramente requerirán intervención de tu médico veterinario.

Claro que es necesario ayudar a nuestros gatos con el aseo cotidiano, bañarlos, sí, claro que sí, pero con las condiciones ambientales adecuadas  y los productos específicos para tal fin, además debemos cepillarlo por lo menos una vez al día, con un cepillo adecuado que elimine las células de la piel y el pelo muerto que se cae y se acumula por todos lados




Muchos padres piensan que sus gatos no necesitan bañarse, porque pasan mucho tiempo lamiéndose y cuidándose a sí mismos, pero no es cierto. Por otro lado aunque los gatos se les cepille y se elimine el pelo muerto, masajeen las raíces de su pelaje el problema es que la suciedad y las células muertas de la piel no van a ningún lado, lo que provoca que su gato no esté totalmente limpio.

Se debe usar agua a una temperatura agradable, tibia, un champú especialmente diseñado para gatos.

La frecuencia de los baños va a depender del nivel de actividad y de su pelaje, gatos que hacen vida fuera de la casa, que salen (literalmente) de fiesta por las noches se deben bañar por lo menos cada 7 días, al contrario los gatos sedentarios y con poco movimiento diario podemos alargar los baños hasta cada 21 días.

Por otra parte, las personas suelen pensar que los gatos odian el agua y por eso no pueden bañarse. Si los acostumbras desde una edad temprana, los baños no serán tan estresantes para ellos y simplemente se convertirán en una parte normal de su vida.

En resumen, es necesario bañar a nuestros gatos, con frecuencia según su pelaje y la actividad que desarrollan, siempre en el mejor ambiente posible, también debemos cepillarlos por lo menos una vez al día para disminuir la ingesta de pelo muerto y evitar la formación de las bolas de pelo y utilizar un alimento que ayude a prevenir este problema, por su alto contenido de fibra (pulpa de remolacha y lignocelulosa)


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